Los efectos a largo plazo del abuso narcisista

El camino hacia la sanación lleva tiempo

Los efectos a largo plazo del abuso narcisista
* Este texto utiliza traducción automática. Puede contener errores e incoherencias.

Los efectos a largo plazo del abuso narcisista son insidiosos y devastadores, y son más profundos de lo que puedes imaginar.

El abuso narcisista afecta tu cuerpo, tu mente, tus percepciones, tus creencias y llega hasta lo más profundo de tu ser. Afecta tu forma de ver el mundo, la forma en que te ves a ti mismo y te lleva a tomar decisiones que van en contra de tus propios intereses.

Con el tiempo, estos efectos cobran vida propia. Llegas a un punto en el que, como un pez en el agua, ya no te das cuenta de que estás nadando en un trauma.

Aprender a ver los efectos a largo plazo del abuso narcisista y etiquetarlos puede ayudarte a separar quién eres de lo que sientes.

En lugar de ser constantemente autocrítico y autodestructivo, rompes el ciclo. A partir de ahí, la transformación y la libertad están a solo un paso.

Los efectos a largo plazo del abuso narcisista son:

1. Amnesia del poder

Había una vez cinco monos en una jaula que vieron caer un plátano de un árbol y aterrizar sobre los barrotes metálicos.

Tentado, uno de los monos intentó cogerlo. Inmediatamente, el suelo bajo ellos tembló violentamente y todos los monos se encogieron de miedo.

Después de un momento, el mono lo intentó de nuevo y, de nuevo, el suelo tembló. Nadie volvió a intentar coger el plátano.

Con el tiempo, uno de los monos murió y fue sustituido por otro. Este mono, que no recordaba el terremoto anterior, fue a coger el plátano. Inmediatamente fue atacado por los otros cuatro monos, que entraron en pánico y lo golpearon. Nunca volvió a intentar coger el plátano.

Este ciclo se repitió, ya que uno tras otro los monos morían y otros los reemplazaban, intentaban coger el plátano y eran brutalmente golpeados.

Finalmente, todos los monos originales desaparecieron, pero el ritual de asegurarse de que nadie cogiera el plátano permaneció. Nadie sabía exactamente por qué estaba mal coger el plátano. Solo sabían que estaba mal.

El peor de los efectos del abuso narcisista es la forma en que corroe gradualmente tu perspectiva.

Cuanto más te maltrata el narcisista, menos capaz te sientes. Cuanto menos capaz te sientes, menos crees en ti mismo y más oportunidades tiene el narcisista de maltratarte. Al final, olvidas por qué te sientes tan desesperado y por qué nunca debes expresar tu poder.

El plátano es un símbolo de tu alegría interior, tu curiosidad y tu voluntad de alcanzar nuevas metas. En lugar de recordar por qué no debes intentarlo, recuerda la chispa divina que hay dentro de ti, al alcance de tu mano.

2. Vergüenza tóxica

La vergüenza es una fuerza limitadora que nos mantiene a raya. Nos recuerda que debemos cooperar con quienes nos rodean para poder mantener nuestro lugar en el grupo. La vergüenza se desarrolló en las tribus para garantizar que los miembros no traspasaran los límites de quienes les rodeaban, especialmente las figuras de autoridad de la tribu.

Cuando actuamos de una manera que amenaza a las personas que consideramos importantes, sus reacciones negativas provocan en nosotros vergüenza para amortiguar nuestro poder y ponernos «en nuestro lugar». Esta reacción garantiza que no seamos excluidos de nuestro grupo, lo que hasta hace un par de siglos significaba la diferencia entre la vida y la muerte.

Los narcisistas necesitan sentir que son la figura dominante en la relación.

Como resultado, te avergüenzan a propósito para disminuir tu poder y aumentar su propio sentimiento de superioridad. Es decir, explotan una laguna en la condición humana ridiculizándote, juzgándote, cuestionándote y, en general, reaccionando negativamente a cualquier expresión de autenticidad y poder.

Con el tiempo, estas experiencias de vergüenza se fusionan en un pozo negro desbordante y dan lugar a la vergüenza tóxica. Una persona con vergüenza tóxica siente y cree que es intrínsecamente inútil e incapaz.

Incluso la más mínima señal de descontento por parte de los demás desencadena una vergüenza torrencial. Tus hombros se encorvan, tu cabeza se inclina, tu mente se vuelve lenta, tu cara se enrojece y empiezas a dar vueltas a pensamientos negativos una y otra vez en tu cerebro.

Te comparas desfavorablemente con los demás, te juzgas con dureza y, con ello, el ciclo de la vergüenza tóxica se hace aún más profundo.

3. Culpa crónica

La culpa es un subconjunto de la vergüenza que se basa en lo que haces, más que en quién eres. Es ese sentimiento incesante y punzante que te corroe las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Es como una patada en el estómago cada vez que haces algo, dices algo o incluso piensas o quieres hacer algo. Es un subproducto del abuso narcisista continuo.

Cuando no actúas como el narcisista espera, te recordará continuamente los «sacrificios» que ha hecho por ti, muchos de los cuales nunca le has pedido.

Sus estrictas expectativas y sus estándares perfeccionistas crean numerosos puntos de colisión para que se genere la culpa. Sientes que siempre les estás defraudando. Innumerables casos de estas situaciones hacen que la culpa habitual sea la emoción predeterminada que acompaña a muchas de las decisiones que tomas.

Con la culpa crónica, incluso la mera idea de hacer algo que pudiera disgustar remotamente al narcisista se siente prohibida.

4. Encarcelamiento psicológico

¿Te sientes tonto al probar cosas nuevas? ¿La opinión de los demás te impide hacer olas? ¿Sientes miedo y ansiedad extremos cuando te hacen responsable de algo? ¿Lo desconocido te aterroriza? Esto puede ser la jaula psicológica en acción.

La jaula psicológica es un efecto a largo plazo del abuso narcisista que es difícil de ver. Los barrotes de esta jaula están entrelazados a través de innumerables experiencias que inducen a la culpa y la vergüenza. Te reprendes a ti mismo por ser «inútil». Lo piensas dos veces antes de hacer cualquier cosa.

Mientras otros viven una vida empoderada, tú te sientes estancado. La vergüenza, el miedo y la culpa sacuden tu sistema cada vez que sientes el deseo de salir de tu zona de confort. Estas limitaciones no están ahí por casualidad, sino que son el resultado del abuso narcisista.

5. Flashbacks traumáticos complejos

El trauma es el eco emocional no procesado del pasado que vuelve para atormentarte en el presente. Es el trabajo que aún tienes que hacer, el dolor que no has sido capaz de sentir.

El trauma se asocia típicamente con el miedo y el pánico. En el caso del trauma complejo inducido por el abuso narcisista, también puede adoptar la forma de culpa, vergüenza, sensación de abandono o estado depresivo.

La vergüenza tóxica, la culpa crónica y la voz crítica en tu cabeza son todos componentes del trauma causado por el abuso narcisista. Se manifiestan en forma de flashback.

Cuando estás en un flashback, sientes que te ahogas en una determinada emoción o estado.

También notas que surgen patrones de pensamiento automático. Es posible que te compares con los demás, que catastrofices sobre el futuro, que te critiques y te ataques por no valer nada, etc. Parece tener vida propia.

Sabes que estás en un flashback cuando «te pierdes». Sientes emociones con una intensidad que no se ajusta a la situación actual. Es como si estuvieras poseído.

Aunque los desencadenantes pueden ser difíciles de detectar, el impacto es enorme. Un flashback puede ser tan intenso que pueden pasar varios días antes de que te des cuenta de que has tenido uno. Te absorbe, te sacude y luego te escupe, dejándote desorientado y confundido sobre lo que ha pasado.

6. Pérdida del yo

El más trágico de todos los efectos a largo plazo del abuso narcisista es la pérdida de tu maravilloso, divino y espontáneo yo. Tu mundo interior se llena tanto de emociones negativas que te resulta demasiado doloroso acceder a él. Te quedas perdido en tu mente, tratando de pensar en tu camino por la vida como una forma de mantenerte a flote en las traicioneras aguas de tu dolor.

Pierdes tu independencia; el narcisista se fusiona con cada uno de tus pensamientos y experiencias.

Olvidas lo que es tenerte a ti mismo. Olvidas cómo es tomar decisiones basadas en tus propios instintos y en la sabiduría de tu cuerpo. El narcisista tiene un lugar permanente en tu mente y en tu conciencia, capaz de acceder a tu belleza interior mientras te deja sin acceso a ella.

Los efectos a largo plazo de la sanación del abuso narcisista

Cuando sanas del abuso narcisista, la vida adquiere un nuevo significado. Como una flor en ciernes, tu vergüenza se desvanece y tu fuerza de voluntad crece. Ganas espacio para pensar, sentir y actuar en tu propio interés. Redescubres tu potencial y recuerdas lo que era ser curioso, esperanzado y atrevido.

Ve los efectos a largo plazo del abuso narcisista tal y como son, y considéralos como algo separado de ti. Con el tiempo, surgirá un nuevo espacio por sí solo, que podrás utilizar para tu recuperación y transformación.

Para obtener la guía definitiva sobre el narcisismo y la curación del abuso narcisista, consulta Cómo exorcizar a un narcisista.


Compartir:
Comparte este artículo por correo electrónico Comparte este artículo en Facebook Comparte este artículo en Twitter Comparte este artículo en Pinterest Comparte este artículo en LinkedIn

Recuperación del abuso narcisista

Profundizar