Para mantener su imagen de «todo-bueno», el narcisista solo puede sentir emociones que pertenecen a una persona «superior». Vergüenza, culpa, tristeza, duda, ira; nada de eso es aceptable. Por lo tanto, el narcisista debe encontrar una forma de desviar encubiertamente sus emociones negativas hacia los demás. Se trata de un proceso de negación de la sombra que Melanie Klein denominó «identificación proyectiva».
La identificación proyectiva se realiza de forma encubierta, y suele comenzar como una «charla» inofensiva sobre algo pequeño que has hecho mal. A medida que avanza la conversación, el narcisista irá deslizando sus juicios y «insinuando» otras cosas que haces mal. La conversación se va desviando de forma gradual y casual, pasando de ser una charla sincera...