Los narcisistas experimentan los celos en las relaciones de una manera única, impulsados por cómo ven e interiorizan a las personas de su vida.
En resumen, que un narcisista sienta celos o no depende de:
- Cómo te han clasificado.
- Dónde te encuentras en el ciclo de idealización, desvalorización y descarte.
Los narcisistas ven a las personas de forma binaria: como una fuente de suministro o como no fuente de suministro. Para aquellos que son una fuente de suministro, puedes ser desechable o codiciado.
Una fuente de suministro codiciada aporta el factor X. Son personas mundanas, atractivas y emocionalmente desinteresadas. Son un premio que hay que ganar. Y cuando el narcisista gana a una persona así, la codicia, sobre todo porque sabe que podría abandonarlo en cualquier momento. Ahí es donde sale a relucir los celos del narcisista.
Las fuentes codiciadas también representan algo más profundo para el narcisista. Dado que el suministro codiciado es una figura inalcanzable y más poderosa «por encima de él», resuena con el progenitor que no le amó. Como resultado, el arquetipo del progenitor se activa en la mente del narcisista, y este retrocede a los celos infantiles que experimentó con sus padres originales.
Sin embargo, si no encajas en este molde, te conviertes en desechable. Mientras les proporciones sexo, atención, servicios y consistencia, te utilizarán como fuente narcisista. Pero cuando no estás cerca, les da igual con quién te ves o quién te atrae. Si no vuelves y siguen teniendo otras fuentes, apenas pensarán en ti.
La única excepción a los codiciados celos de suministro es la fase de devaluación/desprecio. Si traicionas al narcisista y hieres lo suficiente su grandiosidad, te cortará de raíz y no querrá volver a verte nunca más. Entonces, una vez más, le dará igual con quién estés.