Los niños que crecen a la sombra de un padre narcisista experimentan una especie de inversión de roles que frena su desarrollo de muchas maneras.
Para que un niño se convierta en un adulto empoderado y emocionalmente maduro, necesita el apoyo, el reflejo, el respeto y la comprensión de sus padres. El niño debe ser «visto» por sus padres tal y como es, no como ellos desean que sea. Dado que los padres narcisistas se identifican principalmente con su yo falso, grandioso y egocéntrico, son incapaces de empatizar y conectar de forma auténtica con las necesidades emocionales de sus hijos.
Sin embargo, las necesidades del niño siguen ahí. El niño no puede ignorarlas. En un intento desesperado por asegurarse el afecto de sus padres, el niño deja de esperar amor, apoyo y atención, y en su lugar centra su atención en ellos. Intuitivamente, capt...