En momentos de duda y frustración, es normal que quieras expresar tu enfado. Quizás quieras descargar tu ira sobre el narcisista y darle una dosis de su propia medicina. Por otro lado, podrías decidir apelar a su humanidad diciéndole cómo te ha herido y esperar que su culpa o vergüenza lo ponga en su lugar. Quizás no quieras cortar por lo sano y, en cambio, prefieras invertir un poco más de tiempo en intentar cambiar al narcisista. Podrías darle un sincero discurso sobre el amor y, al hacerlo, llevarlo al lado bueno. Quizás quieras salvarlo de los horrores de su pasado.
No lo hagas.
Es una píldora muy difícil de tragar. Recuerda siempre que el narcisista no juega con las mismas reglas. No puedes apelar a su juicio moral. Su comportam...