Cuando Toto corre la cortina en El mago de Oz, el «mago» resulta ser un hombre corriente que todo el tiempo había estado proyectando una versión «poderosa» de sí mismo utilizando una máquina.
¿Cuántas personas objetivo del abuso narcisista quedaron hipnotizadas por el mundo del narcisista, por su convicción inquebrantable, su confianza y sus reservas de energía aparentemente inagotables? ¿Cuántas de ellas se asomaron entonces detrás de la cortina del yo falso del narcisista y se sorprendieron al descubrir un niño interior lleno de vergüenza, furia y desesperación?
Sería fácil descartar a los narcisistas como estafadores del alma, personas a las que hay que identificar y evitar. Sin embargo, su impacto en el espíritu de la época actual es innegable. El mercado se ha inundado de libros, artículos y vídeos que pretenden arrojar luz sobre este fenómeno. Para muchas personas objetivo del narcisismo, este tema se ha convertido en una obsesión. El narcisismo ha ocupado las mentes y destruido las vidas de millones de personas, movilizando a un...