La sanación del abuso narcisista es un proceso arduo, con muchos días frustrantes en los que la niebla de la desesperación te consume.
Baja autoestima, traumas complejos y pérdida del yo; los efectos a largo plazo del abuso narcisista pueden ser devastadores. Estas heridas no se superan en un día. Sin embargo, a medida que avanzas en el proceso de sanación, con el tiempo notarás los cambios en retrospectiva.
Las cinco etapas de la sanación después del abuso narcisista son las siguientes:
Etapa 1: Duelo
Sanar del abuso narcisista implica primero aceptar lo que sucedió. Al principio, te sientes aliviado. Caminas con una sensación de ligereza, pero también con la sensación de haber sido mancillado de alguna manera.
Cuando el impacto inicial del abuso narcisista desaparece, surgen las emociones dolorosas.
Es posible que sientas rabia por la injusticia y desesperación por el tiempo perdido.
Toda tu realidad se ha puesto patas arriba. Empiezas a cuestionar tus instintos más básicos. Te das cuenta de lo manipuladora que era la dinámica de tu relación con el narcisista.
Ves a las personas de otra manera. Controlas su comportamiento, incluso el de personas que conoces desde hace años o toda la vida. Esta pérdida de la inocencia es el comienzo del proceso de duelo.
Perdemos mucho con el abuso narcisista. El tiempo es lo más obvio. Luego viene el espacio mental que perdimos cuando el narcisista colonizó nuestra mente. Le entregamos al narcisista nuestra vitalidad, nuestros recursos, nuestro dinero y nuestro cuerpo.
Incluso perdimos partes de nuestra alma al quedar traumatizados por el abuso narcisista. Para comenzar nuestro viaje hacia la sanación, necesitamos aceptar todo lo que perdimos. Necesitamos llorar.
La tristeza, la pesadez, la desesperación; todo esto debe salir. No se sabe cuánto tiempo llevará este proceso. Sin embargo, cuanto más espacio crees para ello y más valor tengas para enfrentarlo, antes podrá pasar.
Etapa 2: Liberación de la vergüenza tóxica
La segunda etapa de la sanación del abuso narcisista es liberarte de la tiranía de la vergüenza.
La vergüenza tóxica es como tener el corazón y la mente atrapados en un pantano espeso y nocivo. Necesitas fuerza de voluntad y claridad mental para perseguir las posibilidades, para actuar, para salir hacia una vida plena. La vergüenza tóxica del abuso narcisista sofoca estas cualidades. Te hace creer que una forma de vida espontánea y empoderada no es para ti, sino solo para los demás.
La noche oscura del alma de la sanación del abuso narcisista
El proceso de liberar la vergüenza tóxica es profundamente angustiante, pero es crucial para sanar del abuso narcisista. Te duele el pecho, tu autoestima se desploma y tu cerebro se apaga. Pasas muchas noches en vela. A medida que la sombra oscura desciende, sientes que la vida se te escapa.
Liberar la vergüenza tóxica significa enfrentarla de frente, y eso significa que debe empeorar antes de mejorar.
No más mecanismos de defensa, no más distracciones; solo conciencia a la antigua usanza y la voluntad de pasar por el infierno.
Cuando estás en medio de ello, la vergüenza tóxica parece que nunca va a terminar. Simplemente morirás de pesadez y desesperación.
Sin embargo, con suficiente valor y fe, poco a poco empezarás a ver una luz en la oscuridad. Solo tienes que tolerar los sentimientos incómodos e invitar a la vergüenza a que se vaya cuando esté lista. Al acercarte a ella con la luz de tu conciencia, ves que hay una puerta lo suficientemente ancha como para que puedas asomarte.
Aún sientes el dolor, pero también notas que la vitalidad gotea poco a poco. La vergüenza se libera como el hielo al derretirse, revelando debajo el resplandor de tu yo verdadero.
Al principio, solo tienes una pista. Pero con el tiempo, notas que lo que solía aplastarte bajo su peso ahora solo se siente como un tirón. Puedes seguir adelante con tu vida, tomar medidas e incluso creer que puedes lograr lo imposible.
La vitalidad que fluye libremente es la evolución en movimiento. En lugar de quedar atrapado en un pantano de vergüenza, te sacudes la grasa y te paras en un espacio abierto. La sanación del abuso narcisista ahora es posible. Lo que viene después es una incógnita, que es precisamente como debe ser la vida.
Etapa 3: Tenacidad emergente
La vida no siempre es un paseo por el parque y un picnic. El progreso a menudo se consigue con esfuerzo y se necesita fuerza para resistir y superar los retos.
La vergüenza tóxica te quita el poder y te deja en un estado de impotencia. Después de sufrir abuso narcisista, simplemente no tienes la fuerza para enfrentar los retos.
Sin embargo, una vez que has liberado suficiente vergüenza, notas la presencia de algo más resistente. Esta energía te permite resistir, penetrar, soportar y dar forma al mundo que te rodea.
La importancia de la ira para la sanación del abuso narcisista
No se puede enfatizar lo suficiente la importancia de la ira para la sanación del abuso narcisista.
Muchas personas pasan toda su vida sin reconocer ni una pizca de su ira reprimida. Es totalmente plausible que hayas empujado la energía de tu ira hacia tu cuerpo, hasta el punto de no ser consciente de su existencia.
Descubrir la ira reprimida puede dar miedo, especialmente cuando te has apegado a la idea de que no eres una persona que odia y sientes que cualquiera que experimente el odio es una persona horrible. Has interiorizado esta creencia de personas cuyo poder se veía amenazado por tu ira.
La forma más sencilla de liberar la rabia es creando un espacio en soledad o mediante terapia, y simplemente permitiéndote sentir ira. Cuando la rabia se reprime, puede manifestarse de formas aterradoras. Incluso es posible imaginar actos violentos. Puede ser impactante darse cuenta de que eres capaz de tal agresividad.
Sin embargo, los pensamientos son solo pensamientos, y son extremos porque la emoción que hay detrás de ellos está sobrecargada. Cuando le das a la rabia un espacio consciente para existir sin juzgarla como buena o mala, acaba perdiendo su carga.
Por encima de todo, cuando hayas procesado e integrado tu ira, la tendrás a tu disposición para lo que fue creada: establecer límites.
La tensión como agente de crecimiento
La tensión nos rodea. Para crecer en nuestras vidas, necesitamos permanecer presentes con la incomodidad y trabajar con la presión. Aquí es donde entra en juego la tenacidad.
Un narcisista pondrá a prueba y empujará tus límites en cualquier oportunidad posible. Para sanar con éxito del abuso narcisista, necesitarás enfrentarte al conflicto. Esto implica establecer límites con un nivel de fuerza que demuestre que vas en serio. Para ello, necesitas tu ira.
Si el narcisista percibe una falta de tenacidad por tu parte, se abalanzará como un tiburón que huele sangre.
Sabrás que has alcanzado la tercera etapa de sanación del abuso narcisista cuando seas capaz de permanecer con la incomodidad y establecer límites firmes con relativa facilidad. Ser tenaz es mantener un contacto visual fuerte y decir «no» con convicción. Por encima de todo, serás capaz de soportar las inevitables tormentas emocionales que surgen cuando un narcisista intenta provocarte.
Etapa 4: Autonomía emocional
La cuarta etapa de la sanación después del abuso narcisista es la autonomía emocional.
Las emociones pueden apoderarse de nosotros en cualquier momento. Si no has cultivado suficientemente tu yo superior, serás incapaz de contener tus emociones y seguir funcionando.
El abuso narcisista te quita el control sobre tus emociones. Si alguien te hace sentir culpable por hacer algo o por no hacer algo, intentas compensarlo, sin considerar si deberías sentirte culpable o no en primer lugar.
Si alguien te menosprecia, la vergüenza resultante te deja destrozado e incapaz de defenderte. Lo mismo ocurre si alguien amenaza con dejarte o te da el tratamiento silencioso. El miedo al abandono es tan fuerte y tu capacidad para tolerarlo tan baja, que reaccionas de forma necesitada y servil.
La autonomía emocional significa que puedes sentir tus emociones pero mantener el equilibrio. Significa tener un sentido de quién eres, separado de lo que sientes.
No estás aterrorizado, avergonzado ni culpable. Eres un ser humano con un yo superior que ve y es consciente de todo. Al mismo tiempo, también experimentas emociones. No estás reaccionando, sino que estás experimentando un estado energético particular y luego decides cómo actuar de una manera racional e intuitiva.
Una vez que alcanzas esta etapa de sanación del abuso narcisista, estás listo para salir de la sombra del narcisista para siempre.
Etapa 5: El fin de la adoración
La última etapa de la sanación después del abuso narcisista es la libertad de la adoración.
Durante tu viaje, alcanzarás un cierto nivel de iluminación. Experimentas tu ser y el mundo a través de un estado elevado de mente, cuerpo y espíritu. Por encima de todo, comienzas a sentir las posibilidades latentes en tu interior.
A medida que llegas a conocer el poder del yo verdadero, tu nivel de sanación del abuso narcisista aumenta exponencialmente. Entonces puedes mirar con curiosidad a aquellos a quienes adorabas en el pasado y preguntarte:
¿Por qué yo no?
Es decir, si ellos pueden tomar las decisiones, ¿qué te impide hacer lo mismo? ¿Podrían ser simplemente creencias autodestructivas y condicionamientos lo que te frenan? Esto se convierte en un descubrimiento trascendental, similar a encontrar petróleo.
Recuperar el control después del abuso narcisista
Muchas personas viven con lo que Carl Jung llamó un «complejo parental». Siguen atrapadas en la creencia de que alguien más tiene las respuestas para su vida y que solo alguien más tiene el poder de darles lo que necesitan. Nunca se les pasa por la cabeza que la única persona que sabe lo que es mejor para ellas es ellas mismas. La única persona responsable de satisfacer sus necesidades es ellas mismas.
Por supuesto, necesitamos el apoyo de los demás. Las personas nos proporcionan conocimientos inestimables y pueden echarnos una mano. No podemos hacerlo solos. Pero es fundamental recordar que la única persona que puede tomar el volante de tu vida eres tú.
Con ello viene la voluntad de adentrarse en lo desconocido y confiar en la sabiduría de tu cuerpo, en lugar de delegar un poder superior en otra persona. Este es el resultado inevitable de hacer el trabajo.
Una vez que hayas superado las cinco etapas de sanación tras el abuso narcisista, podrás celebrar el duro trabajo que has dedicado a tu recuperación. Entonces, cuando estés listo, podrás arremangarte y ponerte manos a la obra para crear la vida que has imaginado, llena de significado y propósito.