Hace un tiempo estaba explorando la mitología griega y, mientras leía la historia de Hefesto y Afrodita, me vi obligado a leerla dos veces. Conozco esta historia, me dije. Pero, ¿cómo?. Nunca la había leído antes. Me llevó un momento, pero luego lo comprendí: era la historia de una relación entre un narcisista encubierto/vulnerable y una persona límite.
Ahora prepárate. La historia dice así:
Hefesto era hijo de Hera, reina y esposa de Zeus, quien, al descubrir que su hijo era deforme y cojo, lo arrojó desde el Monte Olimpo con repugnancia. Hefesto cayó durante todo un día antes de aterrizar en el océano, y habría muerto si no lo hubiera salvado Tetis, la madre de Aquiles.
Hefesto creció en la isla de Lemnos, donde los habitantes le enseñaron a convertirse en un maestro artesano. Allí montó un taller bajo un volcán y utilizó diversos metales para crear impresionantes joyas y ingeniosos artilugios.
Pronto se hizo famoso entre todos los dioses...