Los narcisistas se están convirtiendo en un mal sin redención, que no merece nuestra compasión ni nuestra empatía. Dado que eliminar tus límites con un narcisista solo le anima a utilizar tu atención y tu energía como arma, es necesario establecer límites firmes y mantener una vigilancia relajada en todo momento. Sin excepciones.
Muchas personas objetivo del narcisismo han sido seducidas por la idea de que, si muestran solo el amor y la empatía suficientes, el narcisista descubrirá el camino de vuelta a su propio corazón. A esas personas les espera una lección dolorosa.
Si buscáramos posibles modalidades de sanación para los narcisistas, nos encontraríamos con un dilema del huevo y la gallina. En la infancia, un narcisista no fue visto, valorado ni amado por quien era, y por lo tanto desarrolló un yo falso y grandioso para sobrevivir al dolor. El camino hacia la sanación es a través del amor. Muchos de nosotros lo sabemos. Sin embargo, el narcisista solo evita y abusa del amor, lo que plantea la pregunta: si a alguien no se le ha dado o mostrado amor, ¿cómo puede sanar sin amor?
La respuesta, por muy loca que pueda parecer, es que el narcisista debe amarse a sí mismo.
Esta afirmación puede provocar conmoción, horror o risas histéricas en cualquiera que haya sido profundamente afectado por el abuso narcisista. No obstante, debemos tener en cuenta que el término «narcisista» acaba de surgir en el zeitgeist actual. La conciencia se está expandiendo a un ritmo astronómico. Nuestra comprensión de las personalidades del grupo B está en constante crecimiento, y los narcisistas, tanto manifiestos como encubiertos, están mostrando interés.
En el siglo pasado, un narcisista podía repartir su abuso y dejar a su persona objetivo en picada sin que nadie se diera cuenta. Con una comprensión primitiva de la dinámica del abuso, la persona objetivo estaba condenada a sufrir una y otra vez. Ahora, estamos volviéndonos más sabios. Estamos aprendiendo todos los matices y trucos del repertorio del narcisista. Estamos practicando el autocuidado y el establecimiento de límites. Estamos sanando, evolucionando y creciendo en poder. Cuando nos queman una sola vez, nos educamos a un ritmo que nuestros antepasados no podían imaginar, y luego hacemos ajustes. Las oportunidades para que el narcisista explote a los demás están disminuyendo rápidamente. El día del juicio final está llegando, tanto para el narcisista individual como para el narcisismo como «ideología» en general. Es posible que el esfuerzo ya no valga la pena.
Entonces, ¿qué puede hacer un narcisista? Por suerte, no solo estamos desarrollando nuestra capacidad para identificar la patología. La medicina vegetal y los psicodélicos están surgiendo como una modalidad de sanación. La terapia es cada vez más accesible. Los círculos de hombres y mujeres, así como los círculos de baile y los grupos espirituales, están surgiendo por todas partes, reclamando autenticidad y comunidad. Los beneficios de ser auténtico están creciendo, mientras que las recompensas del narcisismo se están reduciendo, al menos en el plano relacional.
El narcisista puede llegar a una encrucijada, donde ve una vida de explotación, abuso y vacío por un lado, y una vida de sanación, significado y comunidad por el otro. Tal vez, solo tal vez, los incentivos sean suficientes para elegir la autenticidad.
Sin embargo, este camino no será fácil. Está sin pavimentar y lleno de baches en muchos lugares. Se adentra en bosques densos y selvas traicioneras, donde acechan bestias peligrosas. Aun así, este es solo el viaje interior. El viaje exterior puede proporcionar amplios espacios seguros y oportunidades para la sanación, si tan solo el narcisista puede reunir el valor.
Por encima de todo, un narcisista necesitará aprender el arte de la autoaceptación, la autocomprensión y el amor propio. Estos son los fieles compañeros del narcisista en su viaje hacia las profundidades oscuras de su interior. Y a medida que el narcisista avanza y comienza a transmutar su núcleo vergonzoso, los incentivos para continuar seguirán aumentando.
Nadie debería tolerar a un narcisista, amarlo incondicionalmente, empatizar con él, intentar arreglarlo o aspirar a sanar su sombra, excepto el propio narcisista. Si el narcisista no tolera su dolor ni siquiera por un momento, ¿por qué debería hacerlo nadie más? El camino es suyo y solo suyo.
Como colectivo, nos enfrentamos a una encrucijada igualmente desafiante. Con las citas online, el porno online y las redes sociales transformando nuestra sociedad en una que recompensa el narcisismo y la explotación, ¿qué dirección tomaremos? ¿El camino de vuelta hacia los demás, o el camino autoindulgente hacia la fragmentación, el vacío y la ruina?
Un narcisista debe abandonar su yo falso y enfrentarse a sus demonios. A medida que avanzan en su viaje, los demás pueden conectar con ellos de una manera acotada, con la sanación y el crecimiento mutuos en mente. Sin embargo, mientras un narcisista mantenga su yo falso y se niegue a mirar hacia dentro, mientras siga persiguiendo ese subidón adictivo del suministro narcisista, seguirá siendo un peligro para los demás, y habrá que tratarlo en consecuencia.
La pelota está en tu tejado, narcisista.