Las personas con trastorno límite de la personalidad son algunas de las más encantadoras, adorables y seductoras que jamás conocerás. Estar a su lado es como sentarse junto al fuego. Hay algo profundamente reconfortante y cálido en ellas, pero también se percibe que, al igual que con el fuego, si te acercas demasiado, te quemarás.
Curiosamente, los narcisistas dan la misma impresión al principio. Dirigen su fuego hacia ti, iluminando partes de ti que no sabías que existían. Por supuesto, en realidad, te están llevando bajo el ala de un dragón. Pero nada de esto se nota. El narcisista sigue siendo encantador y tan inofensivo como cualquier otra persona que hayas conocido.
Un dragón sin armadura
Ningún narcisista es puro. Algunos tienen rasgos psicopáticos, mientras que otros tienen una capa narcisista más...