Los borderlines y los narcisistas son dos caras de la misma moneda, y esa moneda está hecha de trauma complejo.
El «trastorno por estrés postraumático complejo», o TEPT-C para abreviar, da lugar a una serie de síntomas negativos que afectan a la capacidad de una persona para mantenerse presente y tranquila en el mundo. En el caso de los narcisistas, su falso yo grandioso los protege en gran medida de esta tormenta interior.
Los borderline no tienen tanta suerte. Sufren todo el impacto del trauma complejo, que se manifiesta de las siguientes maneras:
- Flashbacks emocionales: El niño traumatizado se ve sumergido en un torrente constante de emociones negativas. Una avalancha de vergüenza, culpa, miedo, ira, tristeza, desesperación, odio hacia sí mismo y mucho más acecha siempre bajo la superficie, controlada por un detonante mínimo. Estos flashbacks emocionales son una característica fundamental del TEPT complejo. Cuando se activan, transportan a la persona traumatizada al pasado. La persona se encoge, regresando a su yo infantil. Se vuelve in...